El Ojo del Jaguar es una obra audiovisual con música en vivo que recoge la experiencia de Sinfonía Salvaje. Consta de tres movimientos, y un canto final en lengua Yucuna.

El elemento visual es una animación construida a partir de fotografías (semillas, hojas, plumas, cortezas, …), dibujos y acuarelas, imágenes orgánicas ensambladas en un collage de transformación continua, a modo de un plano secuencia, que hace alusión a la metamorfosis continua de la vida. Con un lenguaje abstracto orgánico evidencia la estructura y geometría de fractales que construyen el mundo, de lo más pequeño a lo cósmico, e invita al asombro ante la poética natural. Al no haber una narrativa especifica, libera la imaginación de los espectadores e invita a la ensoñación. Cada uno de ellos completa de esta forma la obra al observarla y escucharla.

La danza visual, los tiempos cambiantes de las formas en movimiento, las transiciones y los colores que entran, se funden y desaparecen, así como los paisajes sonoros de la selva que permean el espacio, proponen a los músicos una partitura, quienes entretejen de modo orgánico otro paisaje de timbres, sonoridades, ritmos y patrones que hacen eco a las voces del bosque. Surge así una música de la selva, una música salvaje.

Diego Samper, director del proyecto y creador del componente visual y los paisajes sonoros, ha estado vinculado al Amazonas por más de cuatro décadas, explorando y habitando la selva profunda. Esta obra sintetiza su larga búsqueda de lo salvaje.